Soledades
habitadas
Noé Baranda (Gijón, 1978)
«Mi proyecto es una especie de viaje al pasado», dice
Noé Baranda, el joven gijonés de 26 años que
verá su obra colgada en el Centro de Arte y Exposiciones
de Avilés el próximo diciembre. Soledades habitadas
es una serie fotográfica, en la que el creador ha apostado
por el sistema digital, que pretende captar la huella dejada por
la vida en lugares donde ya no hay presencia humana. Son espacios
solitarios de hombres y mujeres, pero habitados por su recuerdo.
Noé no sólo muestra su versión de esta realidad
en imágenes fotográficas, que, según explica,
no distorsiona (su intervención no va más allá
del ángulo o el rincón elegido), sino que añade
a las instantáneas una suerte de «diario de viaje»,
en el que narra sus sentimientos ante los lugares. Será proyectado
en un audiovisual.
Abstracción
melódica...
Edgar Plans (Gijón, 1977)
El
título completo del trabajo que dio la beca a Edgar Plans
es Abstracción melódica de cromatismos musicales.
En sus palabras pretende crear, en las sala de arte Cornión,
de Gijón, «una partitura gráfica» o lo
que es lo mismo, una gran mural pictórico que vaya manifestando
en sus colores y gamas formales la música que él mismo
y un amigo están componiendo para el proyecto expositivo.
«Será como un friso horizontal que recorra toda la
sala, creado sumando lienzos de distintas anchuras. La intención
es conseguir que la pintura sea una partitura paralela en la que
el espectador pueda leer gráficamente la música que
suena en la galería». El objetivo del joven creador,
además de unir diferentes disciplinas artísticas,
como manda el siglo XXI, hacer partícipe al que observa del
trabajo observado.
Efímero
Benjamín Lebrato (Avilés, 1955)
El
veterano de esta convocatoria es Benjamín Lebrato, un creador
de Avilés, que pretende con su proyecto expositivo captar
el concepto de arte más efímero con una cámara
de fotos, además de hacer participar al espectador en su
aventura. Efímero, que verá la luz en
la sala de arte Espacio Líquido, de Gijón, tendrá
en el público uno de sus principales protagonistas. Benjamín
reclamará su participación sobre un cristal al que
se ha aplicado agua y jabón. «Cada gesto de una persona
sobre ese cristal será un gesto de creación que yo
eternizaré con mi objetivo fotográfico». El
fotógrafo, que quiere, como sus compañeros de convocatoria
hacer una simbiosis de diferentes lenguajes artísticos, considera
que con este mestizaje está «dándole a la fotografía
un carácter nuevo. Con él participa no sólo
el artista y su herramienta de creación, sino todo el entorno
que le rodea, la realidad global. Creo que es como convertir la
cámara en un pincel».
Cuando
sople el viento
Paco Nadie (Francia, 1972)
El
proyecto de Paco Nadie, que pese a su cuna francesa es gijonés
de residencia, se desplegará en el Museo Barjola, de Gijón.
Allí creará un homenaje a la naturaleza en el que
intervienen el dibujo, a carboncillo, la realidad captada por una
cámara, y la escultura, rendida a las posibilidades de la
arena de playa y la música, también compuesta por
este becario de 32 años. Será Cuando sople el
viento una suerte de instalación que pretende, según
su autor, «una revitalización de los espacios extrañamente
políticos, en una obra de carácter ambiental y paisajístico».
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