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C.
Batalla / C. Bartsch
 Experiencia
piloto en el colegio público Jovellanos. El compromiso de
AlNorte por expandir la Semana Nacional de Arte Contemporáneo
de EL COMERCIO a los más pequeños se cuenta por «éxito».
Los pioneros: 70 alumnos de entre 4 y 5 años del centro educativo
gijonés.
Divididos en dos grupos, los jóvenes artistas sacrificaron
–encantados– la rutina escolar para seguir las indicaciones
de «una ‘profe’ nueva», la artista Maite Centol.
La pintora gijonesa tenía ante si el difícil reto
de familiarizar «a los más peques» con el gesto,
la mancha y el color. El perfil de los participantes sólo
permitía hacerlo mediante una fórmula: «Plantear
‘La acción de pintar’, nombre del taller, como
un juego». Y así lo hizo.
Tras las nociones teóricas básicas, llegó «el
truco de magia». Boquiabiertos, los niños observaron
las posibilidades de mezcla del rojo, amarillo y azul. Los colores
primarios coparían el protagonismo del resto de la hora y
media que se resume en un trabajo colectivo de compleja descripción.
Eran las consecuencias de la ausencia intencionada de pinceles y
del vuelco de los botes de pintura, como alternativa a la carencia
anterior.
El resultado se colgará hoy, una vez seco, en las estancias
del Jovellanos. Cada participante también se llevó
su recuerdo. Mediante el arte de la impresión, en sus cartulinas
plasmaron una parte del mural, como colofón al taller.
La música de fondo marcó el ritmo de una mañana
«intensa», como la definió Centol. «Fue
todo perfecto, quizá por ser en un centro escolar y romper
con la rutina, la acogida fue especial», observó. Hoy,
el colegio Laviada albergará el segundo taller de AlNorte.
Bajo el título de ‘Sorpresa, sorpresa’, Centol
trabajará con los alumnos de 8 años en las técnicas
abstractas. Los precedentes invitan a pensar en otra cita masiva,
al igual que en la tarde de ayer en el Museo Barjola, marco en el
que José Arias impartió su taller vespertino. Allí,
decenas de niños se iniciaron en el arte del mojado. El papel
húmedo ayudó a difuminar los trazos de tinta china
que brotaban de las jeringuillas, herramienta de trabajo de este
singular método. Bajo el título de ‘Vertidos’,
más de una veintena de pequeños se sumaron al taller.
Sorpresa en Avilés
La participación en los talleres de AlNorte en la Escuela
Superior de Arte de Avilés sigue sorprendiendo a sus organizadores.
En la jornada en la que el ciclo dirigido por Cristina Cuesta sobre
ilustración experimental llegaba a su fin, el taller de Elisa
Torreira titulado ‘Agua de Papel’ hizo pequeña
al aula habilitada para su desarrollo. La actividad, pensada en
un principio para una docena de niños, acogió a 18,
que disfrutaron con las posibilidades creativas que ofrece el ciclo
del agua.
«El objetivo es despertar la creatividad en los niños,
que trabajen con elementos que normalmente no utilizarían
para realizar sus obras artísticas para que no asuman el
proceso creativo de antemano», explicó Torreira. Así,
con el recorrido del agua como inspiración, los pequeños
trasladaron a la cartulina sus propias creaciones. Arena de colores,
papeles, algodones, cintas protectoras para puertas... Éstas
fueron las materias primas de su imaginación, que no tardaron
en convertirse en mares, nubes y cielos. Por un día, los
pinceles y las acuarelas dejaron paso a otras formas de expresión
de las que los alumnos avilesinos dieron buena cuenta.
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Al
Norte