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El Comercio
 
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 • ACTUALIDAD EN AL NORTE

12

Dic

2006

Al Norte

Semana Nacional de Arte Contemporáneo

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«La materia del arte es infinita»

El artista dirige desde mañana un taller en Avilés, donde su obra ya es un símbolo



CONSULTA EL PROGRAMA

Á
ngel Antonio Rodríguez


Benjamín Menéndez ha simultaneado en los últimos años la pintura, la escultura, la cerámica, la obra gráfica, las instalaciones y el aprovechamiento de restos industriales. En su carrera se han equilibrado presente y pasado con un cuidado discurso acerca de la memoria, el desarraigo y la huella del entorno industrial, que se transmite en un variado juego de propuestas plásticas y técnicas. El artista, que en la actualidad exhibe en la galería Altamira de Gijón una selección de obras cuyo elemento central es el árbol, es autor de la monumental escultura ‘Avilés’, instalada en el paseo de la ría y símbolo de la ciudad desde hace un año. Desde mañana, dirige el taller ‘La materia del arte’ de AlNorte 06. Será precisamente en la villa del Adelantado, en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones.

–Mañana comienza el curso en el CMAE. ¿Qué espera de los alumnos?
–Espero que podamos desarrollar el proyecto artístico que se plantea a lo largo del curso, pero, sobre todo, espero encontrar mucho debate y reflexión.

–‘La materia del arte’. ¿Cuál es esa materia?
–Esa materia es infinita, podríamos hablar de la materia artística con todas sus posibilidades y variantes. Hablaremos de materiales e inmateriales y sus innumerables posibilidades creativas en el discurso artístico.

–¿Y cómo se enseña?
–Enseñar los materiales que existen es fácil, lo difícil es transmitir qué material es el más adecuado en función de lo que se quiere contar y cómo expresarlo artísticamente.

–Su trabajo siempre ha equilibrado reflexión, materia y experimentación, pero ¿hay alguna otra premisa creativa que resulte fundamental?
–La sinceridad, que viene dada por una experiencia vital en armonía con el discurso, llevándolo a una forma de vida apasionante. ¡Hay tanto que decir y contar! Falta tiempo...

–¿Cree que la didáctica es una parte esencial de la difusión artística?
–Sin duda. La educación y la cultura son fundamentales para todo ser humano, para que pueda pensar y desarrollarse. Una buena educación artística va a servir para acercar el público al arte.

–Una de sus obras, ‘Avilés’, se está convirtiendo en el símbolo de su ciudad. ¿Satisfecho?
–La verdad es que ha sido muy bien recibida por toda la ciudad.

–¿‘Avilés’ es un homenaje al presente y el pasado de la villa?
–En esta escultura se recoge, de algún modo, esa trayectoria previa, incluso mis materiales y formas habituales. El cono, por ejemplo, como un eco del trabajo cerámico con el torno, y el acero, siempre tan presente. Y trata de recoger también las relaciones entre ciudad y mar, el ambiente de la ría, que es para mí un sitio muy emblemático, con el que convivo y cuyo conocimiento ha facilitado la creación de la pieza. El proceso constructivo fue complicado, desde la búsqueda inicial de financiación al seguimiento constante de la producción, los procesos de corte, biselado, curvatura o colocación. Pero estoy muy contento con el resultado.

–¿Es más difícil enfrentarse al público de la calle que al visitante de las galerías?
–Es difícil pero gratificante en ambos casos, aunque se trata de retos bastante distintos. La escultura pública convive con el viandante, el lugar y el entorno. Si el resultado es bueno, el público lo agradece y disfruta, la obra permanece y la relación, finalmente, se enriquece. En la galería la exposición es efímera y su poso final es la memoria.

–¿Qué tienen en común sus esculturas con sus pinturas?
–Me afectan mucho las cosas de mi entorno inmediato y el mundo en general. Por eso me interesan los problemas derivados del apego a la industria y la naturaleza. En cuanto a los materiales, la cerámica sigue siendo una de mis grandes pasiones, pero no me conformo sólo con emplearla artesanalmente, sino que intento recogerla industrialmente, como hago con los restos de acero. Y, en paralelo a todo ello, está el color, que ha crecido a través de esas luces que comentábamos.

–¿En qué se diferencian entonces?
–Quizás el dibujo y la pintura sean más intimistas.

 
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