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El Comercio
 
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 • ACTUALIDAD EN AL NORTE

13

Dic

2006

Al Norte

Semana Nacional de Arte Contemporáneo

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Geometrías infantiles de paisaje abstracto



CONSULTA EL PROGRAMA

P. M. / Gijón

Un paisaje fragmentado por sus líneas de tensión en las manos de Javier Vitorero y una docena de aprendices de colores, de entre tres y nueve años, a las órdenes de Pablo Armesto. Lugar, Museo de Gijón-Casa Natal de Jovellanos. Objetivo, construir una naturaleza colectiva partiendo de la matemática del espacio, de sus líneas, planos y volúmenes, o lo que es lo mismo, lograr una geometría.

Con estos mimbres y esas ambiciosas intenciones comenzaba ayer el segundo taller de AlNorte 06 dedicado a los más pequeños que, una vez más, sorprendieron a todos con sus conclusiones y composiciones sobre el papel. Para «calentar motores» el joven creador Armesto repartió una serie de folios en blanco, divididos por una estratégica línea. En el medio de la improvisada aula –una lona negra de plástico cubriendo todo el patio del museo– esperaban a los aprendices decenas de ceras de colores. «Coger dos cada uno», ordenó Armesto y el corrillo ordenado y silencioso se rompió rápidamente para atacar la presa favorita. El reto estaba en respetar los dos campos de acción que la línea marcada por Vitorero –diseñador del taller– había dejado en el papel. Pero, en realidad, no había normas y cada cual entendió el encargo a su manera.

Marta Sevilla, de cinco años, tenía claro que no había que saber exactamente qué quería el profesor, porque «era algo abstracto». Es decir, «algo que no está en la realidad», añade la pequeña con seguridad, mientras, a unos metros de ella, Alejandro Pérez, de nueve años, anuncia que ya ha acabado el primer dibujo, un paisaje oscuro con sol enfadado, que asegura tiene una única razón de ser: «No se me da bien la risa».

Unos y otros se aplican en el primer dibujo y a medida que lo van terminando, reciben nuevo papel y un nuevo recado. Esta vez la libertad va mermando y hay que someterse a las reglas. Ya no vale hacer de menos las líneas que parten la cuartilla. Ahora hay que respetarlas y entender que los dibujos van a unirse en uno sólo y componer un paisaje entre todos. A tal efecto los papeles están numerados, las áreas marcadas no son aleatorias. Los participantes lo entienden al ver sus primeros dibujos ordenados y desconectados. El segundo intento es ya puro orden geométrico.

 
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