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 • ACTUALIDAD EN AL NORTE

14

Dic

2006

Al Norte

Semana Nacional de Arte Contemporáneo

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Sabor a Chirino
Alejandro Urrutia transforma en lenguado y
helado de café dos obras del escultor canario

 

M. de Álvaro


Lenguado con espiral de tinta de calamar y oricios

Sorbete de café sobres espiral de azúcar / Fotos: Simal
'Poética de la espiral’ sabe a lenguado, a tinta de calamar, a aceite de carabineros, a salteado de algas y a lentejas de oriciu. ‘Poética de la espiral’ es un plato, un segundo plato, que desde ayer forma parte de la carta del Gallery Art & Food gracias a Martín Chirino. El artista es el autor del grabado que inspiró la receta y también el encargado de bautizarla. Alejandro Urrutia, el jovencísimo doble estrella Michelín, el artífice de la transformación de los vientos canarios y los símbolos aborígenes plasmados un día en tinta en comida que llevarse a la boca.

Los dos fueron también los primeros en probar el resultado. Lo hicieron en un descanso del taller que Chirino dirige en AlNorte y en el transcurso de una comida en la que el canario se descubrió como todo un experto en pucheros. Cuentan quienes la han probado que su salsa bearnesa es «la mejor del mundo» y que su «potaje de berros no tiene rival». Cuentan, además, que guisa como nadie el pescado y que lo suyo es la cocina tradicional, «la de la abuela». Pero Chirino nunca dice que no a lo nuevo. Y como no lo hace disfrutó de su grabado convertido en plato. «Al final resultó que el arte y el lenguado casan perfectamente», advertía divertido a los postres.

También los postres tenían su firma, unos sorbetes de café sobre bizcocho coronados por una espiral crujiente también de café y elevados sobre otra espiral, ésta de azúcar. Urrutia trabajó con las conocidas esculturas de Chirino cambiando el metal por el dulce. Construyó una masa maleable, «que no se puede comer porque es durísima», pero que le sirvió no sólo para suspender en el aire su helado sino, además, para crear un gran centro de mesa.

Las probetas de laboratorio, el cloruro cálcico y las gelatinas ayudaron al cocinero en una metamorfosis que comenzó hace meses en el taller de Chirino. Comenzó el día en que el artista dijo sí a la propuesta y comenzó a aportar ideas. No en vano Chirino es un artista en el sentido más amplio de la palabra. En su fragua y en sus fogones.
 
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