P. M. | GIJÓN
Los pequeños participantes de AlNorte dejaron ayer lápices de colores y plastilinas para ahondar en el universo de la cerámica. Su escenario fue esta vez el Museo Barjola y su maestra de ceremonia de iniciación en la loza -por cierto ya cocida, para no embadurnar las estancias del pintor extremeño- fue la creadora Charo Cimas. Con ella participaron en este taller una docena de aprendices de entre seis y 11 años, que no sólo aprendieron cómo se trata la cerámica, sino las posibilidades que ofrece si comparte escena con papeles de colores, de charol, de seda o cartón y se tiene, como ellos tuvieron ayer, un soporte de madera sobre el que actuar como verdaderos constructores de universos paralelos. Quería Cimas que dieran rienda suelta a su creatividad y lo hicieron. En el catálogo para llevar a casa, paisajes, retratos y construcciones de todos los tipos y todos los colores.
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