Los asturianos que construyeron La Florida
Un proyecto estadounidense de investigación recopila datos sobre los primeros colonos que se establecieron en la península
Hernando de Abreidua era oriundo de Castropol. Poco se sabe de su vida, salvo que en 1566 estaba en La Florida y era arcabucero. Juan de Argüelles llegaba desde Oviedo y era alférez. De su presencia en la península norteamericana hay documentos de unos años más tarde, en 1578. De Juan de Cuevas existe constancia también ese mismo año. Él era un muchacho, un aprendiz que había partido desde Ribadesella.
Aquellos primeros colonos llegaban hasta La Florida desde todas partes de España. Muchos eran andaluces o extremeños, pero también los había castellanos, vascos, aragoneses... De la mayoría de ellos se sabe poco más que un nombre, de algunos su profesión y su cometido, y de unos pocos se han conseguido despejar algunas incógnitas más. Los nombres se van sumando poco a poco a ‘La Florida: el archivo digital interactivo de las Américas’, un proyecto de investigación estadounidense, liderado por el profesor Michael Francis, cuya página web permite asomarse a través de internet a las biografías de más de 4.000 personas que vivieron en San Agustín, la ciudad fundada en el año 1565 por el avilesino Pedro Menéndez de Avilés, o que habitaron la península de Florida entre 1513 y 1821.
La mayoría eran colonos españoles, aunque a muchos de ellos no se les puede atribuir una nacionalidad. De los cerca de 2.000 de los que se sabe su origen, unos cuarenta son personajes asturianos y de estos, al menos seis remiten como ciudad de origen a Avilés. Marineros, religiosos, soldados, todos ellos personajes casi anónimos pero vitales para el desarrollo de aquella sociedad. Es el caso, por ejemplo, de Tomás Alonso de las Alas, nacido en 1532 en la villa luego conocida como ‘del Adelantado’, que según los datos aportados, podría haber pilotado las naves españolas San Felipe y Santiago que llegaron a San Agustín de la Florida en el año 1556.
Juan Álvarez es otro de los avilesinos reseñados del que se sabe que era soldado y llegó a Florida en 1578. El registro muestra también al marinero avilesino Rodrigo de Junco, vinculado al mismo grupo del anterior y que llegaría a América en 1578. También hallamos en esta lista a un capellán de nombre Sebastián Montero, de origen avilesino, al que se le vincula con el grupo de Sancho de Archiniaga en el año 1566. Por último, encontramos a Santiago de Valdés, avilesino, miembro de la Guardia del que conocemos que sabía leer y escribir y que «se le ordenó salir de San Agustín, el 7 de septiembre de 1566, en la nave de Ramiro de Madarriega, e ir directamente a los a los Reinos de España», según reseña el informe.
Hay datados hasta cuatro decenas de asturianos en aquellos primeros años de La Florida, entre ellos siete ovetenses, dos gijoneses, cinco maliayos, siete riosellanos y otros dos oriundos de Cangas de Onís.
El portal web se encuentra en constante desarrollo y se van añadiendo datos a medida que van apareciendo. De una manera interactiva, dibuja un retrato de La Florida a través de las biografías de las gentes que participaron de su colonización durante los más de tres siglos que este territorio fue español.
Este proyecto innovador nace de la colaboración de el historiador canadiense Michael Francis, de la Universidad del Sur Florida Saint Petersburg (USFSP), y la firma tecnológica española Edriel Intelligence. Una iniciativa que se cimenta en la utilización de tecnología de alta calidad y la investigación histórica nueva.

La página va incorporando las novedades que arroja la investigación de miles de documentos antiguos, hallados en archivos tanto europeos como americanos y que han sido estudiados para el proyecto. De hecho, El Archivo Digital Interactivo de las Américas tiene 9.000 paginas digitalizadas de esos archivos de San Agustín, correspondientes al periodo 1594-1840.
En algunos casos los datos hallados cuentan una pequeña historia, como la del primer matrimonio cristiano registrado en el territorio de lo que hoy es Estados Unidos, celebrado en 1565. Se trata de la boda de Luisa de Abrego, una sirvienta negra libre de Andalucía que había llegado de manera casi furtiva a San Agustín, y el segoviano, Miguel Rodríguez. O la de Miguel Mora, uno de los hombres de Pedro Menéndez en el asalto al Fuerte Caroline, que ya avía participado en otra expedición un año antes que había terminado en un naufragio frente a las costas del sureste de Florida al que pocos sobrevivieron. Los que lo hicieron terminaron capturados por los indios, entre ellos Mora, que pasó diez meses como prisionero.
Otro de los datos que aportan los investigadores es que en 1601, un siglo antes de que los irlandeses de Boston y Nueva York celebrasen el día de San Patricio, una imagen de este santo fue sacada en procesión por las calles de San Agustín.
Acción de GraciasLos estudios de los historiadores también han permitido saber que Acción de Gracias, posiblemente la festividad más popular de Estados Unidos, con permiso del 4 de julio, no fue celebrada por primera vez por los peregrinos ingleses en 1621 en Massachusetts, como cuenta la tradición, sino 56 años antes bastante más al sur. Los pobladores de San Agustín de la Florida fueron los primeros que celebraron la popular fiesta con los pobladores nativos.
Así lo asegura Michael Gannon, que sitúa las raíces de Acción de Gracias, una fiesta que reúne a toda la familia en torno a un banquete, en la comida que los españoles capitaneados por Pedro Menéndez compartieron con los nativos el 8 de septiembre de 1565 y a la que siguió la celebración de un servicio religioso. Y un mes después de la fundación de San Agustín, el marino habría ofrecido una comida en honor de sus aliados saturiwas, a la que siguió también una solemne misa a la que acudieron tanto europeos como nativos.
Apunta el historiador americano que los españoles llegaron a lo que él señala como la primera comida de Acción de Gracias cuando la cena estaba servida. Luego, a diferencia de los ingleses medio siglo más tarde, no estaban festejando la buena cosecha del año, en lo que hasta ahora se considera como la explicación del origen de la tradición. El menú que se degustó en San Agustín estaba compuesto por un estofado de cerdo, garbanzos, pan y vino tinto. «Los españoles se esforzaron para hacer un menú aparente con las sobras de su largo viaje», explica Gannon.
El historiador y religioso no se queda ahí, porque asegura que esa fiesta fue sólo «una de las muchas ‘primeras cosas’ que los primitivos colonos europeos fundaron en América». Gannon refiere el primer gobierno municipal, el primer hospital, el primer plano urbanístico, la primera iglesia y el primer asentamiento militar. Este historiador está totalmente implicado en la reivindicación de los orígenes españoles de Estados Unidos. De hecho trabajó muy activamente en la organización del 450 aniversario de la fundación de la ciudad.