Marqués felicita a Areces tras ser investido presidente. :: EFE

El renovador al que Villa eligió para presidir el Principado

Encabezó a los críticos con el líder del SOMA, que controlaba el socialismo asturiano en los ochenta y los noventa. Las revueltas estudiantiles en Santiago de Compostela en 1968 le llevaron a ser arrestado en varias ocasiones. Militó en el PCE hasta 1978
DANIEL FERNÁNDEZ

Reunión de Villa y Areces en 1998 en la que el líder del SOMA le ofreció ser el candidato del PSOE al año siguiente. :: PALOMA UCHA


p>Aquel 4 de agosto de 1943, entre las noticias sobre los avances de los aliados en Europa contra las tropas alemanas se hacía hueco en la portada de EL COMERCIO que el entonces jefe del Estado, Francisco Franco, iniciaba su periodo de descanso vacacional en el pazo de Meirás, en la vecina Galicia. Ese mismo día nacía en Gijón el hijo de Nieves Areces Vázquez, maestra en el colegio de Los Campos, y Vicente Álvarez, policía del Estado dentro del cuerpo de la Guardia Civil de Gijón. Le pusieron el nombre de su progenitor, Vicente, y nadie pensaba que aquel pequeño se convertiría en un luchador antifranquista. Mucho menos, que más de medio siglo después fuera el presidente de Asturias. Aquel 4 de agosto de 1943, Tini Areces comenzaba a escribir su historia.

Decían que de pequeño era un «trasto», quizás como todos los niños de aquella España de posguerra que se crió con las cartillas de racionamiento. En el colegio se caracterizó siempre por sus buenas notas, especialmente en las materias de matemáticas. Y por ello al acabar el colegio y el Bachillerato decidió cursar estudios de perito industrial, por la rama de electricidad, en la Escuela de Peritos de Gijón.

Al concluir sus estudios, en 1964, trabajó durante un año como profesor de Topografía en la misma escuela. Pero su ansia de conocimiento, quizás por influencia de su madre, maestra nacional, como se decía entonces, le hizo matricularse en la Facultad de Matemáticas en la Universidad de Santiago de Compostela.

Vicente Álvarez Areces toma posesión como alcalde de Gijón en 1995, su último mandato. :: J. C. T.

En Gijón, merced a su paso por la Escuela de Peritos, ya había despertado la inquietud política de Tini. De hecho, en 1962 decidió afiliarse al clandestino Partido Comunista de España (PCE). Pero fue en Santiago donde decidió implicarse directamente en la lucha contra la dictadura. Junto a un grupo de activistas antifranquistas entre los que se encontraba Emilio Pérez Touriño, expresidente socialista de la Xunta, en enero de 1968 impulsó una serie de movilizaciones para exigir el reconocimiento de la representatividad en los órganos universitarios del no reconocido –por no decir clandestino– Sindicato Democrático de Estudiantes. Por participar en aquellas movilizaciones, el gobernador civil de La Coruña le impuso una multa de 15.000 pesetas y 20 días de arresto. No sería la única vez en la que Areces entraba en prisión por su lucha antifranquista.

Las movilizaciones continuaron y, tras la detención de varios estudiantes a los que el Tribunal de Orden Público acusó de instigar a la rebelión, se decidió convocar una huelga indefinida y un posterior encierro en la Facultad de Ciencias, donde estudiaba Areces. La tensión siguió en aumento y en marzo se registraron enfrentamientos entre estudiantes y la policía. Tini fue detenido de nuevo y se le impuso una multa de 375.000 pesetas. Al no pagarla, ingresó en la prisión de La Coruña. Aunque tras las gestiones de algunos catedráticos fue puesto en libertad el 4 de abril. Eso sí, se mantuvo la suspensión de sus derechos como estudiante en la Universidad.

La conferencia de Perlora

De vuelta a Asturias tras concluir sus estudios de Matemáticas –se licenció en 1973–, Vicente Álvarez Areces fue el gran protagonista de la III Conferencia Regional del PCE, celebrada en 1978 en Perlora. Tini había adoptado una posición crítica con la dirección nacional del partido, con Santiago Carrillo al frente, y con la regional, que dirigía Horacio Fernández Inguanzo, ‘el Paisano’. En aquella cita de Perlora abandonó el PCE junto a otros 112 delegados.

Un año después de la llegada de Felipe González al Gobierno en 1982, Areces fue nombrado director provincial del Ministerio de Educación. En 1985 se convirtió en jefe del Servicio de Inspección Técnica de Educación de ese mismo ministerio y dos años después el PSOE le designó candidato a la Alcaldía de Gijón en sustitución de José Manuel Palacio.

Primer gobierno de Vicente Álvarez, en julio de 1999. :: E. C.


Estuvo 12 años al frente del Ayuntamiento de su ciudad natal, con la vista siempre puesta en la Federación Socialista Asturiana (FSA). A finales de los ochenta y durante todos los años noventa el PSOE asturiano estaba bajo el férreo control de José Ángel Fernández Villa y su sindicato, el SOMA Los ‘villistas’, representantes del ‘guerrismo’, tenían su contrapeso en los renovadores, que lideraba el entonces alcalde de Gijón. El ‘arecismo’ –como en Asturias pasó a conocerse a los renovadores– arraigó en las alas de la región y en Avilés. Sonadas fueron las diferencias entre ambas familias socialistas. Pero eso no impidió que en 1998 Fernández Villa admitiera que Tini Areces era el candidato perfecto para recuperar en la cita electoral de 1999 el gobierno asturiano que el PSOE había perdido cuatro años antes ante el Partido Popular de Sergio Marqués. Era la ocasión perfecta: el liderazgo en Gijón de Areces era incontestable y el PP se rompía en una lucha interna entre Marqués y Francisco Álvarez-Cascos.

Areces llegó y ganó. Y lo hizo a lo grande, con mayoría absoluta (desde entonces nadie ha repetido esos resultados). El PSOE asturiano recuperaba la sonrisa, pero la paz interna seguía siendo frágil. Pocos meses después de su investidura, los ‘villistas’ y ‘arecistas’ escenificaban sus diferencias en la Junta General. El Consejo de Gobierno había aprobado una nueva ley de cajas que limitaba el mandato de los cargos. Entre ellos el del entonces presidente de Cajastur, Manuel Menéndez. Villa se tomó aquello como una afrenta. Llegó a haber ruido de sables en el PSOE, con la posibilidad de que el grupo parlamentario socialista retirara el apoyo al Ejecutivo de Areces si no retiraba su propuesta. El presidente del Principado se mantuvo firme, aprobó la ley de cajas en el Consejo de Gobierno y el texto entró en el Parlamento regional, donde fue tumbado por el grupo socialista.

El presidente asumió su derrota. Pero aquel enfrentamiento supuso un antes y un después en el socialismo asturiano. Apenas un año después, Javier Fernández, a quien Villa había colocado como consejero de Industria en el primer Gobierno de Tini, se puso al frente del socialismo asturiano. Con él, la FSA se pacificó. Villa dejó de controlar el partido y Areces gobernó Asturias doce años.

Areces interviene en el Senado. :: EFE


En su época de estudiante en Santiago, en 1968. :: E. C.